Agencia SEO e-commerce

Tener un e-commerce publicada no garantiza visibilidad. Si las fichas de producto no están optimizadas, si la estructura no ayuda a Google a entender la jerarquía o si hay problemas técnicos (como contenido duplicado o URLs bloqueadas), es muy probable que gran parte del catálogo no se indexe correctamente. Por eso el SEO no es opcional: es lo que permite que su tienda exista en los resultados de búsqueda.

Los más comunes son: contenido duplicado (por variaciones de producto o filtros), categorías que no atacan ninguna intención de búsqueda real, productos que no se indexan, enlaces internos mal gestionados, etiquetas mal usadas y estructuras que confunden a los buscadores. Muchos de estos errores no se ven a simple vista, pero afectan directamente a las visitas y ventas.

Una web corporativa suele tener pocas páginas y objetivos más informativos. Un e-commerce, en cambio, puede tener cientos o miles de URLs, productos que cambian constantemente y necesidades técnicas muy concretas. El SEO para tiendas online exige un control muy preciso de la arquitectura, la indexación, la canibalización y la intención de búsqueda por cada tipo de página (categorías, filtros, productos, etc.).

Sí. En la mayoría de los casos, se puede trabajar sobre lo que ya tiene, mejorando estructura, contenidos y configuración técnica sin necesidad de rehacer todo. Solo en tiendas con bases muy mal planteadas podría plantearse un rediseño parcial. Siempre se evalúa antes de actuar.

Depende del estado inicial, la competencia del sector y el tamaño del catálogo. Normalmente se empiezan a notar mejoras en tráfico y visibilidad entre el tercer y sexto mes. El crecimiento más estable suele darse a partir de ahí. No hay fórmulas mágicas, pero sí un camino claro y medible.

Depende del diagnóstico inicial, pero lo más habitual es empezar por la estructura del sitio, las categorías, el contenido de productos, los problemas de indexación y los errores técnicos. A partir de ahí se avanza con enlazado interno, optimización de filtros, páginas informativas y estrategia de contenidos de apoyo.

Sí. Estamos acostumbrados a trabajar con catálogos amplios. En esos casos, lo clave es priorizar y ordenar, identificar qué productos o categorías tienen mayor potencial y actuar en fases, sin intentar hacerlo todo a la vez. La escala no es un problema si se trabaja con método.

Analizamos visibilidad por tipo de página (categorías, productos, marcas, contenidos), evolución de palabras clave, tráfico orgánico y, sobre todo, impacto en ventas. Enviamos informes claros, con datos reales, para que sepa en todo momento qué está pasando y por qué.

Sí, puede afectar. Si se eliminan sin redireccionar o se quedan accesibles sin stock, pueden generar problemas de rastreo o frustración en el usuario. Hay varias formas de gestionarlo correctamente, según el tipo de producto, el volumen y la estrategia del negocio.

Sí. SEO y campañas de pago no se excluyen, se complementan. El SEO necesita tiempo para consolidarse, mientras que el pago da resultados inmediatos. Lo ideal es usar el canal de pago mientras se construye una base sólida de tráfico orgánico que, a medio plazo, reduzca la dependencia de la inversión constante.